VIDA SALUDABLE CONSEJOS
Más allá del entorno escolar, sabemos que las familias juegan un papel crucial en este proceso educativo, especialmente en lo que respeta a la alimentación. Como padres, ¿qué podemos hacer?
Los niños son observadores natos y tienden a imitar las conductas de los adultos que los rodean. Una de las maneras más efectivas de inculcar hábitos saludables es siendo modelos. Al comer o cenar en familia, es importante que los platos incluyan una variedad de frutas, verduras, cereales integrales y proteínas, ya que así estaremos enseñando con el ejemplo el valor de una alimentación adecuada.
La participación de los niños en la elección y preparación de alimentos puede aumentar su interés y disposición a probar platos nuevos. Desde la visita al supermercado hasta la colaboración en la cocina, esta práctica no solo es educativa, sino que también fomenta la autonomía y las habilidades culinarias desde una edad temprana.
Comprender de dónde provienen nuestros alimentos es fundamental. Organizar visitas a mercados locales, granjas o incluso iniciar un pequeño huerto en casa (¡con una maceta es suficiente!) puede despertar la curiosidad de los niños y enseñarles el valor y el esfuerzo detrás de cada producto que consumimos.
La diversidad culinaria es una rica herramienta educativa. Probar recetas de diferentes culturas no solo es una aventura para el paladar, sino que también abre puertas a nuevas experiencias y fomenta el respeto y la apreciación por la diversidad cultural.
La regularidad en los horarios de las comidas contribuye a un mejor metabolismo y evita el consumo desmedido de tentempiés poco saludables. Es importante fomentar momentos para comer en calma y disfrutar de los alimentos.
Enseñar a los niños a interpretar la información en las etiquetas de los productos les proporciona herramientas para tomar decisiones informadas y conscientes sobre lo que comen.
Es vital educar a nuestros niños para que sean críticos frente a la publicidad de alimentos, aprendiendo a identificar opciones más saludables y nutritivas.
Promover el movimiento y el juego al aire libre es tan importante como una dieta equilibrada. La actividad física regular es un pilar para mantener un estilo de vida activo y saludable.
La alimentación es mucho más que el acto de nutrirnos: es una oportunidad para aprender, compartir y crecer juntos. Desde aquí, invitamos a todas las familias a sumarse a este viaje hacia una nutrición consciente y saludable, recordando siempre que los pequeños cambios en el hogar pueden tener un gran impacto en la salud y en el bienestar de nuestros niños.
Ingredientes:
Preparación:
Precalienta el horno a 180°C y prepara una bandeja de horno forrándola con papel vegetal.
Sazona los filetes de pescado con sal, pimienta y la ralladura de limón. Colócalos en la bandeja de horno.
Mezcla la avena con el ajo picado, el perejil, un poco de sal y pimienta, y el zumo de 1 limón en un bol hasta obtener una mezcla homogénea. Si la mezcla parece muy seca, puedes agregar un poco de aceite de oliva para obtener una consistencia pegajosa pero esparcible.
Cubre cada filete de pescado con una capa uniforme de la mezcla de avena, presionando suavemente para que se adhiera bien.
Rocía un poco de aceite de oliva sobre la costra de avena para ayudar a dorarla. Hornea durante unos 15-20 minutos, o hasta que el pescado esté cocido y la costra de avena esté dorada y crujiente.
Sirve caliente, acompañado de rodajas de limón para exprimir al gusto sobre el pescado.
Este plato es una excelente manera de incorporar pescado en tu dieta, ofreciendo una buena fuente de proteínas y ácidos grasos omega-3, mientras que la avena añade una textura crujiente y beneficios adicionales para la salud. ¡Disfruta de tu comida saludable y deliciosa en compañía de tu familia!
María Martín
Dietista Nutricionista
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