VIDA SALUDABLE CONSEJOS

No escondas tus emociones a tus hijos





La buena gestión emocional: a veces parece muy complicado reconocer y gestionar las emociones que nos abordan, pero aprender a hacerlo debe ser clave para poder llevar una vida saludable. Existen diferentes emociones, algunas con valencia positiva y otras con valencia negativa. Con el término valencia nos referimos a la capacidad que tenemos de experimentar sentimientos placenteros o desagradables.


Fijándonos en la valencia las podemos diferenciar en:

Emociones con valencia positiva (reacciones agradables):

  • Alegría
  • Interés
  • Amor

Emociones con valencia negativa (reacciones desagradables):

  • Tristeza
  • Ira
  • Asco
  • Miedo

Según esta categorización tendremos emociones “positivas” y emociones “negativas”. Solemos caer en el error de encasillarlas como tal, sin embargo, las emociones no son ni buenas ni malas, son reacciones psicofisiológicas que produce nuestro cuerpo al responder a los estímulos que nos rodean y estas nos ayudan a adaptarnos al medio.

Muchas veces creemos que esconder nuestras emociones de valencia negativa a nuestros hijos es una buena técnica, ya que “son pequeños y no entienden” o “no queremos que todavía se enfrenten a esas situaciones”.  Sin embargo, esto es totalmente contradictorio, la capacidad de expresión que nosotros mostremos como progenitores va a servir de aprendizaje a nuestros hijos, además el reprimir la emoción puede llegar a producirles niveles grandes de estrés (Waters 2020). Hay estudios que demuestran que cuando los progenitores suprimen la expresión emocional delante de sus hijos, influye en la relación de la respuesta fisiológica que provoca cada emoción y la expresión de esta. Los progenitores se vuelven más fríos y menos comprometidos con sus hijos (Karnilowicz, 2019).

Como padres y madres, se ejerce una influencia significativa en el desarrollo de las habilidades de regulación de los niños. Como gestionemos la emoción y como la canalicemos, les va a servir a ellos de ejemplo, así aprenderán a como manifestar y gestionar sus propias emociones.
 

Pongamos una situación:

*Mamá está llorando*

El hijo le pregunta: ¿Mamá estás llorando?

Mamá responde: no cariño, mamá está bien. *se seca las lágrimas y pone buena cara*

De esta manera, estamos enseñándolo a ocultar su tristeza, indirectamente estamos diciéndole que llorar no está bien. Debemos utilizar esta situación como una oportunidad para crear un aprendizaje, no debe ser una explicación muy profunda, pues esto puede generar ansiedad en los menores. Basta con expresar el motivo de la tristeza (he tenido un mal día en el trabajo).

*Mamá está llorando*

El hijo le pregunta: ¿Mamá estás llorando?

Mamá responde: sí mamá hoy está triste, he tenido un mal día en el trabajo, igual por eso hoy he tenido menos paciencia. Cuando estoy así me ayuda salir a dar un paseo o hablarlo con la abuela. Gracias por preguntar cariño.

Así el menor entiende lo que está pasando, lo acepta y reconoce el llanto como expresión de la emoción en ese momento. Además, de manera indirecta puede aprender que cuando sentimos alguna emoción con valencia negativa poder expresarlo y comunicarlo con otra persona puede ayudar a la gestión del sentimiento.
 

¡¡Cosas que no debemos hacer!!

Victimizar la situación.

Cargarles con la responsabilidad de tu emoción.

Dar explicaciones profundas que puedan preocuparles o generarles ansiedad.

Dejarnos llevar por la emoción que estemos sintiendo y gritarles o hacerles sentir mal.
 

¡¡Cosas que sí debemos hacer!!

Adaptar el discurso a la edad adecuada

Reconocer la emoción.

Si esa emoción afecta a la relación con él comunícaselo.

Hazle saber que las emociones son temporales.

Da recursos para gestionar esa emoción.

Agradece su empatía y su inteligencia emocional.
 

Te animo a que no reprimas tus emociones, comunícate de manera asertiva y crea ambientes de confianza para que tus hijos puedan expresarse y sentir.
 

Departamento de Orientación

 

Bibliografía

Alonso-Serna, D. K. (2019). Inteligencia Emocional, Daniel Goleman. Con-Ciencia Serrana Boletín Científico De La Escuela Preparatoria Ixtlahuaco1(1). Recuperado a partir de https://repository.uaeh.edu.mx/revistas/index.php/ixtlahuaco/article/view/3677

Karnilowicz, H. R., Waters, S. F., & Mendes, W. B. (2019). Not in front of the kids: Effects of parental suppression on socialization behaviors during cooperative parent–child interactions. Emotion19(7), 1183.

Waters, S. F., Karnilowicz, H. R., West, T. V., & Mendes, W. B. (2020). Keep it to yourself? Parent emotion suppression influences physiological linkage and interaction behavior. Journal of Family Psychology34(7), 784.

 

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