VIDA SALUDABLE CONSEJOS
Uno de los grandes objetivos que se busca alcanzar en el aula, a través del trabajo docente, es el desarrollo de la autonomía del alumnado, fomentando el pensamiento reflexivo, el aprendizaje significativo, la toma de decisiones, el autocontrol y el aprender a aprender. Pretendemos que los alumnos adquieran el saber, el saber hacer y el saber ser, construyendo su aprendizaje a través de la acción. En este sentido, escuela y padres pretendemos lo mismo: educarles para enfrentarse a una sociedad en constante cambio y evolución. ¡Prepararles para la vida!
La autonomía es la capacidad de las personas de llevar a cabo tareas de manera independiente.
Ser autónomo está totalmente vinculado al desarrollo de la autoestima, de la seguridad, de la libertad de pensamiento, del autocontrol y de la toma de decisiones.
Trabajar la autonomía es permitir que los niños y niñas se conviertan en adultos que pueden valerse por sí mismos, que sean consecuentes y responsables de sus acciones y capaces de decidir en función de su libertad de pensamiento y necesidades personales.
En el contexto educativo podemos considerar la autonomía como la capacidad que adquiere el educando a lo largo de su escolarización para alcanzar los objetivos de aprendizaje. La autonomía en el aprendizaje es consciente e intencional.
Ya el año 1980, H. Holec, define la autonomía como “la capacidad de gestionar el propio aprendizaje”, considerando esta como una capacidad que se adquiere con el desarrollo de las estrategias metacognitivas.
Según la LOMLOE es la Ley Orgánica 3/2020, del 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo de Educación, unos de los objetivos de la etapa de Educación infantil (niños y niñas de 0 a 6 años) es “adquirir progresivamente autonomía en sus actividades habituales”.
Esta misma Ley establece que en la etapa de Educación Primaria el alumnado aprenda en situaciones de aprendizaje que, entre otras características, favorezcan el desarrollo de la autonomía y de la autorregulación y establece que la Educación secundaria debe contribuir con el desarrollo del espíritu emprendedor y la confianza en sí mismos, la participación, el sentido crítico, la iniciativa personal y la capacidad para aprender a aprender, planificar, tomar decisiones y asumir responsabilidades.
Departamento de Orientación
Referencias Bibliográficas:
Knowles, M. y Knowles, H. (1972). Cómo desarrollar mejores directores. México, D.F.:
Diana.
Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica
2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Boletín Oficial del Estado, 340, de 29 de diciembre de 2020. https://www.boe.es/eli/es/lo/2020/12/29/3
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