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Disciplina Positiva: un nuevo abordaje educativo





El principio fundamental de la Disciplina Positiva es el respeto mutuo, la colaboración y el afecto. Este enfoque está dirigido a atender el comportamiento del niño/a para enseñarle competencias básicas en todos los ámbitos de la vida.


¿Qué es la Disciplina Positiva?

La Disciplina Positiva es un modelo educativo basado en la psicología de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs, dos psiquiatras austriacos del siglo XX. El principio fundamental de la Disciplina Positiva es el respeto mutuo, la colaboración y el afecto. Este enfoque está dirigido a atender el comportamiento del niño/a para enseñarle competencias básicas en todos los ámbitos de la vida.

Este enfoque se basa principalmente en que el adulto (familia y educadores/as) mire al niño con empatía y practique la escucha activa, comprendiendo sus conflictos, dificultades y limitaciones; atendiendo a sus sentimientos y comportamientos. La idea es incentivar el empoderamiento, poniendo límites sanos y evitando el exceso de permisividad y de control.

 

Los estilos parentales y la Disciplina Positiva

La psicóloga estadounidense Diana Baumrind dedicó gran parte de su vida profesional a investigar los estilos educativos de las familias y su impacto en el comportamiento del niño/a. Para ello, identificó cuatro estilos parentales según el grado de afecto y de exigencia de los padres hacia sus hijos: el autoritario, el negligente, el permisivo y el democrático.

El estilo democrático es considerado el modelo más equilibrado, ya que coexiste un cierto control del comportamiento del hijo/a con el establecimiento de límites y normas, y una relación basada en la comunicación y en el afecto, donde el refuerzo positivo y el razonamiento son la base de la interacción familiar.

Por ello, aquellos padres que quieren implementar la Disciplina Positiva en la educación de sus hijos deben reflexionar sobre su estilo parental para poder llevar a cabo actuaciones coherentes a nivel orientativo y educativo.

 

Pautas de la Disciplina Positiva

  1. Ayude a los niños/as a conectar: cree el sentimiento de pertenencia al grupo familiar.
  2. Cariño y límites deben ir de la mano: es importante que el niño entienda que las decisiones y los límites son un acto de amor, haciendo que comprenda el porqué de cada paso.
  3. Su eficacia se ve a largo plazo: establecer la Disciplina Positiva es crear una forma de interacción que repercutirá en el adulto que será en el futuro.
  4. Enseña habilidades sociales importantes para toda la vida: el respeto, la escucha activa, el diálogo, la empatía.
  5. Invite al niño/a a descubrir su potencial: entienda y respete sus límites, celebre sus logros e incentive su crecimiento.
  6. Establezca límites claros: explique siempre por qué estos límites son buenos para su hijo/a.
  7. Pregunte y no ordene.
  8. Establezca rutinas: esto proporciona un ambiente calmado, estructurado, y brinda confianza y seguridad al niño.
  9. Mantenga su palabra: sea coherente con lo que dice y hace.
  10. Utilice los refuerzos positivos: esta es una gran herramienta para el aprendizaje.
  11. Motive a su hijo/a: que se acepte, que se quiera y que luche por alcanzar sus objetivos.

 

No funciona en Disciplina Positiva:

  • No entender las prioridades del niño/a e imponer los deseos del adulto.
  • Prejuzgar y no aplicar la escucha activa y la empatía para comprender al niño/a.
  • No poner límites claros. Es importante fijar los acuerdos con anticipación.
  • Tener un comportamiento incoherente con lo que estamos pidiendo a nuestros hijos/as.

A nivel escolar, está demostrado que este es un método muy recomendable para niños/as y adolescentes. La Disciplina Positiva aplicada en el aula reduce el bajo rendimiento académico y mejora significativamente la conducta del alumnado. Además, potencia el sentido de pertenencia al grupo, lo que repercute en un mayor bienestar general y evita problemas y trastornos emocionales.

 

Departamento de Orientación

 

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