Irina es nieta de nuestra querida profesora del Conservatorio Profesional Arenas Albéniz, Galyna Neporozhnya, que falleció el pasado verano. Irina comenzó a estudiar en el Conservatorio Arenas Albéniz desde la Iniciación Musical y ha proseguido todas las etapas hasta concluir el curso pasado las Enseñanzas Profesionales. Ha sido una alumna con una trayectoria excelente, destacando por su exquisita musicalidad, delicadeza y temperamento apasionado.
10 may. 2018
El próximo curso Irina comenzará en Holanda su nueva etapa académica. Con tal motivo nos hemos acercado a ella para conocer su trayectoria y sus inquietudes.
- ¿Cuándo te iniciaste en los estudios musicales?
Con el piano comencé a las tres o cuatro años y con el violín a los 7 años.
¡La música estuvo ahí toda la vida! Fue mi abuela, una maravillosa pianista y pedagoga, quien me dotó de esa vivencia apasionada de la música y quien insistió siempre en que la música debía formar parte de mi vida y de mi educación. Por supuesto, mis padres siempre me apoyaron.
¿Cuándo descubriste que la música era lo que más te gustaba y a lo que te querías dedicar ?
A los 13 años me di cuenta de que no sólo era lo que más me gustaba sino que también podía ser mi futuro profesional.
A lo largo de los años tuviste que decidirte por uno de los dos instrumentos , piano o violín , ¿cuál elegiste?.
Sí, estudié ambos instrumentos, a la par, hasta el final del grado profesional en el Centro, pero ya me entusiasmaba más la idea de hacer música en grupo y el trabajo del pianista solista era muy distinto, más individual.
¿Dónde y con quién realizarás tus estudios en Holanda?
Tras realizar las pruebas de acceso, me han aceptado en la University of Art Codarts de Rotterdam, donde voy con toda la ilusión y el enorme placer de poder estudiar con la maravillosa violinista Natasha Morosova.
¿Qué sueños tienes para tu carrera musical?
Quiero ser violinista en una orquesta y tener un Grupo de Cámara propio.
Irina te deseamos con todo cariño una vida plena de satisfacciones y alegrías.
Muchas gracias. Quisiera aprovechar esta oportunidad para agradecer a los que han sido mis guías en este camino de aprendizaje; sobre todo a mi abuela Galyna Neporozhnya y, por supuesto, también a mi profesor de violín Svetoslav Koytchev, a mi profesora de piano Purificación Padilla y al Conservatorio Profesional Arenas Albéniz, donde he cursado mis enseñanzas musicales y donde he recibido el apoyo y la formación que ahora me permiten dar este paso tan importante.