Una interesante reflexión de una de nuestras alumnas:
9 abr. 2021
Tal y como Albus Dumbledore mencionaba en la famosa saga de Harry Potter, “no son nuestras habilidades las que muestran cómo somos, sino nuestras elecciones”. Pero, ¿qué influye exactamente en nuestras decisiones? ¿Tenemos realmente todas las herramientas para tomar las decisiones adecuadas? El ser humano es prejuicioso por naturaleza, deduce para llevar a cabo su toma de decisiones. Sin embargo, los prejuicios son capaces de, en ocasiones, causar la obstaculización de la realidad.
Como Proyecto Personal del PAI, he escogido un total de ocho estereotipos que estudiar estadísticamente y desmentir, con la intención de comprender en qué consiste el desarrollo de la orientación vocacional en los adolescentes. Tras un estudio de dos meses, he alcanzado las siguientes conclusiones. Quienes no poseen una vocación concreta tienden a sentir incomodidad cuando se les pregunta cuáles son sus aspiraciones laborales, y no saben qué contestar. Para aquellos que sí tienen una vocación definida o en proceso de definición, su principal motor es la pasión y el interés por sus vocaciones.
El alumnado es entusiasta, idealista y altamente pasional, anteponiendo la verdadera vocación por encima de otros factores como el número de salidas laborales. Sin embargo, hay otros factores que afectan de forma inconsciente a sus decisiones. Uno de esos factores es el género, especialmente en el área de las ciencias. Hay muchas menos jóvenes con aspiraciones laborales científicas que varones. Lo cierto es que el primer instinto del alumnado al pensar en profesionales de las ciencias es relacionar inconscientemente y de forma sistemática con un científico varón. Esta tendencia es fruto del llamado Efecto Matilda, y es posible que sea este mismo efecto el causante de que muchas jóvenes no aspiren ni se interesen por las ciencias, al no tener ningún referente en que inspirarse.
Según el alumnado, la ocupación es signo de imagen (ya sea buena o mala). Los profesionales con los que están más familiarizados, además de aquellos cuya labor sea la de servir y proteger a otros, dan una muy buena imagen, en contraposición a ocupaciones que requieren menos contacto con otras personas o resultan más aburridas al ojo público. El empleo puede ser fácilmente relacionado con la felicidad, y la asunción más común es la de que un buen sueldo acarrea una mejor vida.
Existe una ligera tendencia a atribuirles más salidas de las que realmente tienen (según la Universidad Complutense de Madrid) a aquellos grados relacionados con las ciencias que a los de ciencias sociales. En los grados de artes y ciencias sociales, se aprecia una tendencia a atribuirles un menor número de salidas laborales de las que se mencionan por la UCM. A nivel general, se sobreestima la dificultad de acceso de carreras como la de Derecho y Ciencias Políticas, y se subestima por completo Administración y Dirección de Empresas.
Es también cierto que el alumnado no tiende a asumir aspectos personales de otras personas a través de la ocupación, por lo que, en su mayoría, no es conscientemente prejuicioso. La gran mayoría de estereotipos se dan por la falta de información, ya sea acerca de la labor y el desempeño de ciertas disciplinas profesionales, cuestiones relacionadas con la formación profesional y universitaria, y los requisitos de acceso a ciertos cargos. Lo cierto es que esta falta de información es evitable. Muchas de las creencias que solemos tener de forma conjunta no son siempre ciertas de forma sistemática, y es muy curioso lo mucho que nos puede sorprender la realidad una vez dejamos los prejuicios de lado e indagamos más allá de lo que vemos o escuchamos. Existen múltiples ocupaciones que nadie conoce, nuevos empleos, nuevos grados y carreras, y las posibilidades son infinitas. Si bien hay realidades que no pueden ser ignoradas, muchos de los “no puedo” que en ocasiones interiorizamos no son del todo ciertos. Recordemos que, después de todo, “no son nuestras habilidades las que muestran cómo somos, sino nuestras elecciones.
ANGIE SHAOCHAN BARRERA ALBA (4º ESO)